Más de medio millar de inmigrantes llega a Canarias mientras Sánchez disfruta de sus vacaciones

La llegada de pateras no cesa en Canarias y se ha recrudecido especialmente en los últimos días. Más de medio millar de inmigrantes irregulares han llegado a las islas en la última semana, coincidiendo con la estancia de Pedro Sánchez en el palacio de La Mareta (Lanzarote).

En la noche del miércoles, por ejemplo, 110 inmigrantes de origen subsahariano fueron rescatados de dos lanchas neumáticas a unos 90 kilómetros de Fuerteventura. Entre ellos se encontraban doce mujeres y un bebé.

Entre el jueves y el viernes, otras 118 personas trataron de alcanzar las costas canarias, a bordo de dos pateras hacia La Graciosa y Gran Canaria. En la noche del martes, 71 inmigrantes fueron también rescatados cuando se encontraban en aguas cercanas a la isla de Tenerife.

Según los últimos datos disponibles en el Ministerio del Interior, la llegada de inmigrantes a las costas españolas aumentó un 56,4% hasta el pasado 1 de agosto en relación a 2020, con un 60,8% de embarcaciones más.

Pero ese repunte es especialmente significativo en el caso de Canarias, donde el aumento es del 136,5%.

Así, según el departamento de Fernando Grande-Marlaska, hasta esa fecha, 7.531 inmigrantes habían llegado al archipiélago canario, por los 3.185 del año anterior. El número de pateras también se ha incrementado hasta en un 90,5%, con 95 más que en 2020.

Mientras, Pedro Sánchez ha permanecido impasible ante esta realidad durante sus vacaciones en Lanzarote, a donde llegó el pasado 3 de agosto para instalarse en el palacio de La Mareta.

De allí, el presidente socialista sólo salió para participar en un acto de homenaje al Nobel portugués José Saramago, en el que presumió de la campaña de vacunación y de lo que considera la recuperación de la economía española. En su intervención, Sánchez no hizo mención alguna al precio de la luz, que esta semana ha encadenado hasta cinco récords consecutivos.

«Bunkerización»

Es la tercera vez que el socialista disfruta de La Mareta, un palacete enclavado en una zona privilegiada de Lanzarote, con maravillosas vistas a las puestas de sol y hasta un lago central. Ubicado en un terreno de 15.000 metros cuadrados, esta residencia fue un regalo de Hussein de Jordania a Juan Carlos I, utilizada durante varios años por la Familia Real, hasta que Don Felipe se la entregó a Patrimonio Nacional.

La finca está integrada por diez bungalows, de una y dos plantas de altura, el principal, con dos dormitorios, piscina y distintas terrazas. Cuenta con gimnasio, otras dos piscinas, pista de tenis y cancha de baloncesto, y es un perfecto ejemplo del estilo colonial en Canarias.

Desde el Partido Popular, la vicesecretaria de Política Social, Ana Pastor, ha instado este mismo sábado a Sánchez «a salir de la bunkerización» y dar «explicaciones y soluciones» a los problemas que viven los españoles.

La presidenta de los ‘populares’ en Canarias, Australia Navarro, también ha reprochado esta semana a Sánchez que no aproveche su tiempo en las islas para «ver con sus propios ojos» el «drama» de la inmigración irregular. «Está cerca, pero muy alejado de la realidad que vive Canarias», aseveró Navarro.

Desde Coalición Canaria también se ha acusado al socialista de improvisación ante la nueva llegada masiva de inmigrantes. El secretario ejecutivo nacional de Migraciones de la formación, Oswaldo Betancort, ha afeado que Sánchez parece no haber aprendido nada después de la crisis migratoria de hace unos meses y que parece estar resignado a que se repita.